viernes, 6 de agosto de 2010

Cuando nuestras actitudes llevan a la extincion...



Animales en peligro de extincion :
Durante los últimos 2000 años se han extinguido al menos cien especies de mamíferos en diferentes partes del mundo.Pero la gravedad de la extinción de una especie no radica en el simple hecho de su desaparición, sino en los efectos negativos que ésta produce en el entorno, en el hábitat concreto de la especie, ya que ningún ser vivo está completamente aislado. La desaparición de una especie afecta de forma directa a todas las que le rodean. También afecta la cadena alimenticia y la relación que se ha establecido tras varios millones de años de evolución. En un mundo tan complejo como el natural, cualquier alteración conlleva otras muchas, entre otras, las plagas y la transmisión de enfermedades.


Porque se extinguen los animales :


Son muchas las causas que concurren en la extinción de los animales, pero por distintas razones en muchos casos no es posible dar un motivo exacto. Por ejemplo, algunas especies se han extinguido sin que tuviéramos conocimiento de su existencia. Este puede ser el caso de algunas especies endémicas de Sudamérica que se han extinguido antes de que los científicos pudieran describirlas, y cuando esto ocurre no es posible precisar si se trata de una especie, una subespecie o bien de un endemismo que no tiene características esenciales diferentes de otro superviviente. Por otra parte, estamos acostumbrados a clasificar los animales en dos grupos antagónicos: “buenos” y “malos”. Los primeros presentan un aspecto agradable, como el oso panda gigante y el koala, y merecen toda nuestra consideración. Los incluidos en la categoría “malos”, cuyo aspecto es desagradable, monstruoso y hasta repulsivo, o que carecen de valor económico, como las serpientes y otros reptiles no merecen ningún respeto en incluso muchos consideran beneficiosa su erradicación. No resulta fácil convencer a los Gobiernos del riesgo de extinción que corren los animales hasta que éstos no están prácticamente al borde de la desaparición definitiva. La razón fundamental para mantener un animal fuera de todo posible riesgo de peligro es que sea “bueno”. Cuando el animal es “malo”, ni siquiera se plantea la cuestión. Sin embargo, son los animales “malos” los que corren peligro de extinción, no los “buenos”. En general, las causas de extinción pueden dividirse en dos grupos: las que privan al animal de su hábitat y de los productos que constituyen su dieta básica, y las que tienden a masacrarlo. En la mayoría de los casos concurren ambas, como ha sucedido, por ejemplo con el rinoceronte.


Trafico de animales con fines lucrativos


El comercio ilegal de especies animales y plantas en peligro de extinción es un hecho preocupante desde el punto de vista científico, por la pérdida de riqueza natural que supone, ya que no sólo significa la extinción de miles de especies, sino que además se está produciendo a un ritmo sin precedentes en la historia. Los daños que causa esta práctica son irreparables, ya que la desaparición de una especie afecta a todas las que le rodean. Esta pérdida también tiene efectos negativos sobre la cadena alimenticia y la relación de vida establecida durante millones de años de evolución. Por último, el tráfico ilegal de animales incide negativamente sobre la economía de los países subdesarrollados del Tercer Mundo, ya que cada día dependen más de los recursos de la fauna y flora salvajes para su alimentación y subsistencia. La afición del hombre a tener aves enjauladas y el comercio internacional que se dedica a abastecer esta demanda son algunas de las principales causas de que algunas especies de loros hayan desaparecido o se encuentren en peligro de extinción. Por ejemplo el guacamayo de Spix, probablemente ya se ha extinguido y el guacamayo índigo a pesar de haber quedado reducida su población a unos 70 ejemplares, sigue siendo perseguido por los cazadores furtivos, tentados por la penuria de sus recursos económicos y altos precios que estas aves alcanzan en el mercado.




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